En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.
¿Sobre qué se preguntan?
Sobre la Gran Noticia
acerca de la cual difieren.
¡Pero no! Ya sabrán,
sabrán de verdad.
¿Acaso no hemos hecho de la tierra un lecho,
hemos puesto las montañas como puntales,
os hemos creado en parejas,
hemos hecho de vuestro sueño reposo,
hemos hecho de la noche un vestido,
hemos hecho del día un medio de vida,
hemos edificado sobre vosotros siete firmamentos*,
hemos puesto una lámpara reluciente,
y hacemos caer de las nubes cargadas agua en abundancia.
con la que hacemos que broten granos y plantas
y vergeles de espeso arbolado?
El Día de la Distinción es una cita con un momento fijado.
El día en que se sople en el cuerno y vengan en grupos.
El cielo se abrirá y será todo puertas.
Y las montañas serán transportadas cual espejismo.
Ŷahannam es un lugar acechante,
un lugar de retorno para los que se excedieron,
que en él permanecerán eternidades.
Y donde no probarán ni frescor ni bebida,
tan sólo agua hirviendo y pus.
Apropiada recompensa.
Ellos no esperaban tener que rendir cuentas
y negaron rotundamente la veracidad de Nuestros signos.
Pero cada cosa la registramos en un libro.
Así pues, gustad; no os aumentaremos sino en castigo.
Los temerosos tendrán un lugar de triunfo:
Jardines y viñedos
y doncellas de senos formados y edad invariable.
Y una copa rebosante.
Allí no oirán vanidad ni mentira.
Recompensa de tu Señor, regalo idóneo.
El Señor de los cielos, de la Tierra y de lo que entre ambos hay, el Misericordioso, no tienen el poder de dirigirle la palabra.
El día en que el espíritu* y los ángeles se pongan en filas, no hablarán sino aquéllos a los que el Misericordioso autorice y hablen con verdad.
Ése es el día de la verdad. Quien quiera, que tome refugio en su Señor.
Os hemos advertido de un castigo próximo. El día en que el hombre contemple lo que sus manos presentaron y diga el incrédulo: ¡Ay de mí! Ojalá fuera tierra.
¡Por los que arrancan violentamente*!
¡Por los que toman con suavidad*!
¡Por los que bajan deprisa
y se adelantan con ventaja
y se encargan de llevar un asunto!
El día en que se haga sonar el primer toque de cuerno
y le siga el segundo;
ése día habrá corazones palpitando.
Sus miradas estarán humilladas.
Decían: ¿Acaso se nos devolverá al estado del que vinimos
cuando ya seamos huesos descompuestos?
Decían: Será entonces un regreso absurdo.
Habrá un solo toque,
y aparecerán en la superficie de la tierra.
¿Te ha llegado la historia de Musa?
Cuando tu Señor lo llamó en el valle purificado de Tuwa:
¡Ve a Fir’aún que ha ido más allá de los límites!
y díle: Te llamo a que te purifiques,
y a que te dejes guiar hacia tu Señor y tengas temor de Él.
Y le hizo ver el mayor de los signos.
Pero negó la realidad y desobedeció,
luego se desentendió y actuó.
Y convocó y proclamó
diciendo: Yo soy vuestro señor supremo.
Pero Allah lo agarró con el castigo ejemplar de la Última Vida y de la Primera.
En eso hay un aviso para quien tenga temor.
¿Sois vosotros más difíciles de crear o el cielo que Él edificó?
Elevó su techo y lo hizo armonioso.
Cubrió su noche y mostró su claridad diurna.
Y después de eso extendió la tierra,
e hizo salir de ella su agua y su pasto,
y fijó las montañas.
Como disfrute para vosotros y para vuestros rebaños.
Así cuando llegue la gran Calamidad;
el día en que el hombre recuerde aquello por lo que se esforzó
y el Ŷaḥim sea mostrado a todo el que vea,
el que traspasó los límites
y prefirió la vida inmediata,
tendrá como morada el Ŷaḥim.
Pero quien temió que habría de comparecer ante su Señor y refrenó su alma del deseo,
tendrá como morada el Jardín.
Te preguntan sobre la Hora y su llegada.
¿Y quién eres tú para hablar de ella?
A tu Señor corresponde que llegue su momento.
Tú no eres más que un advertidor para el que tenga temor.
El día que la vean les parecerá que no permanecieron* sino una tarde o su mañana.
Frunció el ceño y se apartó
porque vino a él el ciego.
¿Pero quién sabe?, tal vez se purifique,
o recuerde y le beneficie el Recuerdo.
Al que es rico,
le dedicas atención;
cuando no es responsabilidad tuya que se purifique.
Mientras quien viene a ti con afán
y es temeroso (de su Señor),
te despreocupas de él.
¡Pero no! Es un Recuerdo*.
Así pues quien quiera que recuerde.
Contenido en páginas ennoblecidas,
elevadas, purificadas,
por manos de escribas mediadores
nobles y virtuosos.
¡Que muera el hombre! ¡Qué ingrato es!
¿De qué cosa lo creó?
De una gota de esperma lo creó y lo determinó,
luego le propició el camino
y luego le hace morir y entrar en la tumba.
Y después, cuando quiera, lo devolverá a la vida.
¡Pero no! No ha cumplido lo que Él le ordenó.
Que se fije el hombre en lo que come:
Es cierto que hacemos que caiga agua en forma de precipitaciones,
y seguidamente hendimos la tierra en surcos,
y hacemos que en ella broten granos,
viñedos y hierbas comestibles,
olivos y palmeras,
frondosos vergeles,
fruta y pastos.
Como disfrute para vosotros y vuestros rebaños.
Y cuando el Grito ensordecedor llegue,
el día en que el hombre huya de su hermano,
de su madre y de su padre,
de su compañera y de sus hijos.
Ese día, cada uno tendrá una preocupación.
Ese día habrá rostros resplandecientes
que reirán gozosos.
Y ese día habrá rostros polvorientos,
cubiertos de negrura.
Ésos eran los encubridores, farsantes.
Cuando el sol, como un rollo, se pliegue.
Cuando los astros caigan.
Cuando las montañas echen a andar.
Cuando las camellas preñadas sean desatendidas.
Cuando las fieras sean juntadas.
Cuando los mares se desborden.
Cuando las almas formen grupos*.
Cuando la niña enterrada viva sea preguntada
por qué crimen la mataron*.
Cuando las páginas sean desplegadas.
Cuando el cielo sea arrancado*.
Cuando el Ŷaḥim sea avivado.
Cuando el Jardín sea acercado.
Cada uno sabrá lo que presenta.
Y ¡Juro por los astros cuando se ocultan,
cuando siguen su curso y desaparecen!
Y ¡Por la noche cuando trae su oscuridad!
Y ¡Por la aurora cuando respira!
Que es realmente la palabra de un noble mensajero*
Dotado de fortaleza, con rango ante el Dueño del Trono.
Allí obedecido y digno de confianza.
Y que vuestro compañero no es ningún poseso.
Fue así que lo vio en el claro horizonte
y él no es mezquino con el No-visto.
Ni es la palabra de ningún demonio maldito.
¿Pero dónde vais?
No es sino un recuerdo para todos los mundos,
para el que de vosotros quiera seguir la verdad.
Pero no querréis a menos que Allah, el Señor de todos los mundos, quiera.
Cuando el cielo se hienda.
Cuando los astros se precipiten.
Cuando los mares se mezclen.
Cuando las tumbas sean revueltas.
Cada alma sabrá lo que adelantó y lo que atrasó.
¡Hombre! ¿Qué te engañó apartándote de tu Señor, el Generoso?
El que te creó, te conformó y te equilibró,
dándote la forma que quiso.
¡Pero no! Negáis la veracidad de la Rendición de Cuentas.
Cuando tenéis guardianes pendientes de vosotros,
nobles escribas
que saben lo que hacéis.
Es cierto que los creyentes sinceros estarán en deleite.
Y los farsantes estarán en un infierno;*
allí irán a abrasarse el Día de la Retribución.
Y no podrán dejar de estar en él.
Pero ¿cómo podrás entender qué es el Día de la Retribución?
¿Cómo podrás entender qué es el Día de la Retribución?
Es el día en el que nadie podrá hacer nada por nadie. Y ese día el mandato será de Allah.
¡Perdición para los defraudadores!
Que cuando le compran a la gente le exigen la medida y el peso cumplidos,
pero cuando son ellos los que miden o pesan, cometen fraude.
¿Es que no tienen certeza de que serán devueltos a la vida
para un día trascendente?
El día en que los hombres se levantarán ante el Señor de los mundos.
¡Pero no es así! Realmente el Libro de los farsantes estará en Siŷŷin.
¿Y cómo podrás saber qué es Siŷŷin?
Es un Libro marcado*.
¡Perdición ese día para los que niegan la verdad!
Los que negaron el día de la Rendición de Cuentas.
Porque sólo niega la verdad el transgresor malvado,
que cuando se le recitan Nuestros signos dice: Son leyendas de los primitivos.
¡Pero no es así!! Lo que han adquirido se ha apoderado de sus corazones.
¡Pero no es así! Ese día ellos estarán velados de su Señor;
después entrarán en el Ŷaḥim.
Y se dirá: Esto es aquello cuya veracidad negabais.
Realmente el Libro de los creyentes estará en 'Illiyyun*.
¿Y cómo sabrás qué es 'Illiyyun?
Es un Libro marcado.
Darán testimonio de él los de proximidad*.
Es cierto que los creyentes sinceros estarán en un deleite.
Observando, reclinados sobre los lechos.
En sus rostros reconocerás el resplandor de la dicha.
Se les dará de beber de un vino puro, sellado;
cuyo sello será almizcle. ¡Qué en ello pongan su anhelo los que anhelan!
Y su mezcla será de Tasnim*.
Un manantial del que beberán los que tengan proximidad.
Ciertamente los que cometían maldades se reían de los que eran creyentes.
Y cuando pasaban a su lado se hacían guiños entre ellos.
Y cuando regresaban a su familia lo hacían divertidos.
Y al verlos decían: Éstos están extraviados.
Pero ellos no habían sido enviados como guardianes suyos.
Y hoy los que creen se reirán de los incrédulos.
Los observarán reclinados sobre los lechos.
¿No han sido recompensados los incrédulos por lo que hacían?
¡Cuando el cielo se resquebraje
y oiga a su Señor y tenga que obedecer!
¡Y cuando la tierra se dilate
y expulse lo que hay en su seno vaciándose,
¡Hombre! Te diriges inevitablemente hacia tu Señor, llevando tus obras, y habrás de encontrarte con Él.
Así pues al que reciba su Libro en la derecha,
se le tomará una cuenta fácil
y volverá a su gente contento.
Pero a quien se le dé el Libro detrás de la espalda,
pedirá que se acabe con él,
y será introducido en un Fuego ardiente.
Había estado entre su gente contento,
pensando que no habría ningún retorno.
¡Pero no! Su Señor lo estaba viendo.
¡Y juro por el rojo del crepúsculo!
¡Y por la noche y lo que encierra!
¡Y por la luna cuando se hace llena!
Que iréis pasando estadio tras estadio.
¿Qué les pasa pues que no creen
y que cuando leen el Corán no se postran?
Sin embargo los que no creen, niegan la verdad;
aunque Allah sabe bien lo que ocultan.
Anúnciales un doloroso castigo.
Pero no así a los que creen y practican las acciones de bien, porque ésos tendrán una recompensa incesante.
¡Por el cielo de constelaciones!
¡Por el día prometido!
¡Por un testigo y un atestiguado!
¡Qué mueran los dueños del Foso*!
El fuego bien alimentado.
Cuando ellos estaban a su alrededor sentados
y eran testigos de lo que hacían con los creyentes.
Y sólo se vengaron de ellos por creer en Allah, el Poderoso, el Digno de alabanza.
Aquel a Quien pertenece el dominio de los cielos y de la Tierra. Y Allah es Testigo de todas las cosas.
Los que pusieron a prueba con tormento a los creyentes y a las creyentes y no se volvieron en arrepentimiento, tendrán el castigo de Ŷahannam y tendrán el castigo del Ḥariq.
Los que creen y practican las acciones de bien, tendrán jardines por cuyo suelo corren los ríos. Ése es el gran triunfo.
Realmente la violencia de tu Señor es grande.
Él es el que da origen y lo repite de nuevo.
Y Él es el Perdonador, el Amoroso.
Dueño del Trono sublime.
El que hace lo que quiere.
¿Te ha llegado la historia de los ejércitos,
Firáun y los Zamud?
Por cierto que los que se niegan a creer están negando la verdad
y Allah los rodea por detrás.
Sin embargo es una Recitación sublime,
contenida en una Tabla, Protegida*.
¡Por el cielo y el que viene de noche!
¿Y cómo hacerte saber qué es el que viene de noche?
Es el astro penetrante*.
Que cada alma tiene un protector*.
Que mire el hombre de qué ha sido creado.
Ha sido creado de agua eyaculada
que sale de entre la espina dorsal y las costillas.
Él tiene poder para hacerlo volver.
El día en que los secretos queden al descubierto,
no tendrá fuerza ni nadie que lo auxilie.
¡Por el cielo con sus ciclos de lluvia!
¡Por la tierra que se abre para dar fruto!
Que es una palabra que encierra discriminación
y no es ninguna ligereza.
Ellos traman algo,
pero Yo también tramo.
Deja que les llegue su momento a los incrédulos, dáles un poco de tiempo.
Glorifica el nombre de tu Señor, el Altísimo,
que ha creado y ha conformado,
que ha decretado y ha encaminado
y que hace crecer el pasto verde
y lo convierte en deshecho ennegrecido.
Haremos que recites y no olvidarás,
excepto lo que Allah quiera. Es cierto que Él conoce lo que se muestra y lo que se esconde.
Te haremos propicia la facilidad.
Así pues llama al Recuerdo, porque recordar beneficia.
Recordará quien sea temeroso
y se desentenderá el más miserable,
que será arrojado al Mayor de los fuegos,
donde ni vivirá ni morirá.
Habrá triunfado quien se purifique,
recuerde el nombre de su Señor y rece.
Sin embargo preferís la vida de este mundo,
cuando la Última es mejor y de mayor permanencia.
Realmente esto ya estaba en las primeras Escrituras,
las páginas de Ibrahim y de Musa.
¿No te ha llegado el relato del Envolvente*?
Ese día habrá rostros humillados;
abrumados, fatigados.
Sufrirán el ardor de un fuego abrasador.
Se les dará de beber de un manantial en máxima ebullición.
No tendrán más alimento que un espino ponzoñoso,
que ni nutre ni sacia el hambre.
Ese día habrá rostros dichosos,
por su esfuerzo satisfechos
en un Jardín elevado;
en el que no se oirá ninguna frivolidad.
Donde habrá un manantial fluyendo
y lechos elevados,
copas a disposición,
cojines alineados
y alfombras extendidas.
¿Es que no se fijan en los camellos y cómo han sido creados?
¿Y en el cielo y cómo ha sido elevado?
¿Y en las montañas, cómo han sido erigidas?
¿Y en la tierra, cómo ha sido extendida?
Así pues, llama al Recuerdo, pues sólo eres alguien que despierta el recuerdo.
No tienes potestad sobre ellos.
Sin embargo a quien dé la espalda y se niegue a creer,
Allah lo castigará con el mayor de los castigos.
Realmente han de volver a Nos.
Y a Nosotros Nos corresponde pedir cuentas.
¡Por la Aurora!
¡Por diez noches!
¡Por lo par y lo impar!
¡Por la noche cuando transcurre!
¿No es eso un juramento para el que tiene intelecto?
¿No has visto lo que hizo tu Señor con los ‘Ad?
Iram, la de las columnas*
como la que no se creó otra igual en todo el país*.
Y los Zamud que socavaban las rocas en el valle.
Y Fir’aún el de las estacas*.
Que cometieron abusos en la Tierra
y sembraron en ella la corrupción.
Y tu Señor envió contra ellos el azote de un castigo.
Es cierto que tu Señor está Vigilante.
Sin embargo el hombre cuando su Señor lo pone a prueba honrándolo y favoreciéndolo, dice: He sido honrado por Mi Señor.
Pero cuando lo pone a prueba restringiéndole la provisión, dice: Mi Señor me ha abandonado.
¡Pero no! Es que no tratáis con generosidad al huérfano,
ni exhortáis a alimentar al pobre.
Acaparáis las herencias con voracidad
y amáis la riqueza en demasía.
¡Pero no! Cuando la tierra se convulsione una y otra vez hasta quedar plana.
Y venga tu Señor y vengan los ángeles en filas y filas,
y se haga venir, ese día, a Ŷahannam. Entonces el hombre recordará. ¿Pero de qué le servirá recordar?
Dirá:¡Ay de mí! Ojalá y hubiera adelantado algo en favor de mi vida.
Ese día, nadie infligirá Su castigo
y nadie prenderá con Su firmeza.
¡Oh alma sosegada!
Regresa a tu Señor, satisfecha y satisfactoria.
Y entra con Mis siervos,
entra en Mi Jardín.
¡Juro por esta tierra*!
Y tú resides* en esta tierra.
Y por un padre y lo que ha engendrado.
Que hemos creado al hombre en penalidad.*
Se cree que nadie tiene poder sobre él.
Dice: He disipado grandes riquezas.
¿Cree que nadie lo ha visto?
¿Acaso no le hemos dado dos ojos,
una lengua y dos labios?
¿Y no le hemos señalado las dos vías?
Sin embargo no ha emprendido la cuesta.
¿Y cómo hacerte saber qué es la cuesta?
Es liberar a un siervo,
o alimentar en un día de necesidad
a un pariente huérfano
o a un mendigo polvoriento.
Y es ser de los que creen, se aconsejan la paciencia y se aconsejan la piedad.
Ésos son los compañeros de la derecha.
Pero los que se niegan a creer en Nuestros signos, ésos son los compañeros de la izquierda.
Sobre ellos habrá un Fuego cerrado.
¡Por el sol y su claridad matinal!
¡Por la luna cuando lo sigue!
¡Por el día cuando lo descubre!
¡Por la noche cuando lo cubre!
¡Por el cielo y cómo fue edificado!*
¡Por la tierra y cómo fue extendida!*
¡Por un alma y cómo fue modelada!*
Y le infundió su rebeldía y su obediencia*.
Que habrá triunfado el que la purifique
y habrá perdido quien la lleve al extravío.
Los Zamud, por su exceso, negaron la verdad.
Cuando el más miserable de ellos tuvo la osadía.
Y el Mensajero de Allah les dijo: ¡La camella de Allah y su turno de bebida!
Pero lo negaron y la desjarretaron. Y su Señor los aniquiló por su atrocidad, arrasándolos.
Y no temió sus consecuencias.
¡Por la noche cuando cubre!
¡Por el día cuando se descubre!
¡Por Quien creó al varón y a la hembra!
Que en verdad las acciones de unos y de otros difieren.
Así pues, al que dé con sinceridad, sea temeroso
y crea en la verdad de lo más Hermoso,
le haremos propicia la facilidad.
Pero al que sea tacaño, se considere autosuficiente
y niegue la verdad de lo más Hermoso,
le haremos propicia la dificultad.
Y de nada le servirán sus riquezas cuando haya perecido.
Es cierto que a Nosotros nos corresponde la guía
y que la Última Vida, como la Primera, Nos pertenecen.
Ya os he advertido de un Fuego que llamea.
No sufrirá su ardor sino el más miserable.
El que niegue la verdad y se aparte.
Y será librado de él quien más tema (a su Señor)
y dé su riqueza para purificarse,
no para que alguien tenga un favor que pagarle
sino buscando la faz de su Señor, el Altísimo.
Y por cierto que quedará satisfecho.
¡Por la claridad de la mañana!
¡Por la noche cuando está en calma!
Que tu Señor no ha prescindido de ti ni te desdeña.
La Última Vida será mejor para ti que la primera.
Tu Señor te dará y quedarás satisfecho.
¿Acaso no te halló huérfano y te amparó?
¿Y no te halló perdido* y te guió?
¿Y no te halló pobre y te enriqueció?
Por eso, no abuses del huérfano.
Ni ahuyentes al mendigo.
Y habla del favor que tu Señor te ha dado.
¿Acaso no te hemos abierto el pecho?
¿Y te hemos librado de la carga
que pesaba sobre tu espalda
y hemos puesto tu mención en un lugar elevado?
Porque es cierto que junto a la dificultad hay facilidad.
Sí, junto a la dificultad hay facilidad.
Así pues, cuando hayas acabado, esfuérzate por más
y a tu Señor anhela.
¡Por el fruto de la higuera y del olivo!
¡Por el monte Sinin*!
¡Por esta tierra segura!
Que en verdad creamos al hombre en la mejor armonía
y luego lo convertimos en uno de los más bajos.
Excepto los que creen y llevan a cabo las acciones de bien, porque ellos tendrán una recompensa que no cesa.
¿Y cómo podrás, después de esto, negar la Rendición de Cuentas?
¿Acaso no es Allah el más Justo de los jueces?
¡Lee en el nombre de tu Señor que ha creado!
Ha creado al hombre de un coágulo de sangre*.
¡Lee, que tu Señor es el más Generoso!
El que enseñó por medio del cálamo,
enseñó al hombre lo que no sabía.
Sin embargo el hombre se insolenta
al verse autosuficiente.
Es cierto que a tu Señor has de volver.
¿Qué opinión te merece quien* entorpece
a un siervo mientras reza?
¿Y si éste estuviera bien guiado,
o estuviera ordenando la temerosidad?
¿No ves cómo niega la verdad y se aparta?
¿Es que no sabe que Allah ve?
Si no deja de hacerlo, lo agarraremos por un mechón de su frente,
de su frente mentirosa y transgresora.
Y que llame a los suyos,
que Nosotros llamaremos a los (ángeles) esbirros.
¡Pero no! No le obedezcas, póstrate y busca proximidad.
Es cierto que lo* hicimos descender en la noche del Decreto.
¿Y cómo hacerte saber qué es la noche del Decreto?
La noche del Decreto es mejor que mil meses.
En ella descienden los ángeles y el espíritu* con las órdenes de tu Señor para cada asunto.
Paz, ella dura hasta el despuntar del alba.
La gente del Libro que había caído en incredulidad y los asociadores, no han desistido hasta que no les ha llegado la Evidencia.
Un Mensajero que recita páginas purificadas.
Que contienen escritos de rectitud.
Así como aquéllos a los que se les dio el Libro no se dividieron sino después de haberles llegado la Evidencia.
A pesar de que no se les había ordenado sino que adorasen a Allah, rindiéndole sinceramente la adoración, como hanifes* y que establecieran el ṣalat y entregaran el ẓakat. Y esta es la práctica de Adoración auténtica.
Y realmente los que de la gente del Libro y los asociadores se hayan negado a creer, estarán en el fuego de Ŷahannam, donde serán inmortales. Ésos son lo peor de todas las criaturas.
Pero los que creen y llevan a cabo las acciones de bien, son lo mejor de todas las criaturas.
La recompensa que junto a su Señor les espera, son los jardines de Adn por cuyo suelo corren los ríos. En ellos serán inmortales para siempre. Allah estará satisfecho de ellos y ellos lo estarán de Él. Esto es para quien tema a su Señor.
Cuando la tierra sea sacudida por su propio temblor.
Y cuando la tierra expulse lo que pesa en su seno.
Y diga el hombre: ¿qué tiene?
Ese día contará lo que sabe
porque tu Señor le inspirará.
Ese día los hombres saldrán en grupos para ver sus obras:
Y el que haya hecho el peso de una mínima partícula* de bien, lo verá;
y el que haya hecho el peso de una mínima partícula de mal, lo verá.
¡Por los que galopan resoplando
y hacen saltar chispas!
¡Por los que salen de algarada al alba,
levantando una polvareda
y adentrándose en una tropa!
Que es cierto que el hombre es ingrato con su Señor,
siendo Él testigo de ello.
Y es tenaz en su amor por los bienes.
¿Es que no sabe que cuando se descubra lo que hay en las tumbas
y aparezca lo que encerraban los pechos,
ese día, su Señor, estará perfectamente informado de ellos?
La conmoción.
¿Y qué es la conmoción?
¿Y cómo hacerte saber qué es la conmoción?
Es el día en que los hombres estarán como polillas dispersas.
Y las montañas como lana cardada.
Entonces, aquel cuyas acciones tengan peso en la Balanza,
estará en una vida satisfactoria.
Pero aquel cuyas acciones sean ligeras en la Balanza,
tendrá por madre a un abismo.
¿Y qué te hará entender lo que eso es?
Es un Fuego abrasador.
La rivalidad por tener más os mantiene ocupados
hasta que visitáis los cementerios.
¡Pero no! Ya sabréis.
Sí, luego sabréis.
Si supierais a ciencia cierta.
Tened por seguro que veréis el Ŷaḥim.
Lo veréis con el ojo de la certeza.
Y ese día, se os preguntará por los momentos de dicha que hayáis tenido.
¡Por el Tiempo*!
Que es cierto que el hombre está en pérdida.*
Pero no así los que creen, llevan a cabo las acciones de bien, se encomiendan la verdad y se encomiendan la paciencia.
¡Perdición para todo el que murmura y difama!
Ése que acumula riqueza y la cuenta.
Cree que su riqueza lo va a hacer inmortal.
¡Pero no! Será arrojado en al-Ḥuṭama*.
¿Y cómo podrás saber qué es al-Ḥuṭama?
Es el Fuego de Allah encendido.
Que llega hasta el fondo del corazón.
Se cerrará en torno a ellos
en elevadas columnas.
¿No has visto lo que hizo tu Señor con los del elefante*?
¿Acaso no hizo que su estratagema fracasara,
enviando contra ellos pájaros en sucesivas bandadas,
que les arrojaban piedras de arcilla*,
dejándolos como paja carcomida?*
Por la Alianza de los Quraish.*
Su alianza para el viaje de invierno y de verano.
Que adoren pues al Señor de esta Casa.
Que los ha alimentado salvándolos del hambre y los ha librado del temor.
¿Has visto a quien niega la Rendición de Cuentas?
Ése es el que desprecia al huérfano.
Y no exhorta a dar de comer al mendigo.
Pero ¡ay de aquellos que rezan!
Siendo negligentes con su oración.
Ésos que hacen ostentación
y niegan la ayuda imprescindible.
Es cierto que te hemos dado la Abundancia.*
Por eso reza a tu Señor y ofrece sacrificios.
Relamente es el que te detesta, el que estará privado (de todo bien).*
Di: ¡Incrédulos!
Yo no adoro lo que adoráis
ni vosotros adoráis lo que yo adoro.
Yo no adoraré lo que vosotros adoráis,
ni vosotros adoraréis lo que yo adoro.
Para vosotros vuestra adoración* y para mí la mía.
Cuando llegue la victoria de Allah y la conquista ,
y veas a la gente entrar por grupos en la adoración de Allah.
¡Glorifica a tu Señor con Su alabanza y pídele perdón! Él siempre acepta a quien a Él se vuelve.
¡Que se pierdan las manos de Abu Lahab! Y perdido está.
De nada le servirá su riqueza ni todo lo que ha adquirido.
Se abrasará en un Fuego inflamado.
Y su mujer acarreará la leña.
Llevando al cuello una soga de fibra.
Di: Él es Allah, Uno.
Allah, el Señor Absoluto.*
No ha engendrado ni ha sido engendrado.
Y no hay nadie que se Le parezca.
Di: Me refugio en el Señor del rayar del alba.*
Del mal de lo que ha creado,
del mal de la noche cuando se hace oscura,
del mal de las que soplan en los nudos
y del mal del envidioso cuando envidia.
Di: Me refugio en el Señor de los hombres.
El Rey de los hombres.
El Dios de los hombres.
Del mal del susurro* que se esconde*.
Ése que susurra en los pechos de los hombres
y existe entre los genios y entre los hombres.