The Surah derives its name from the initial letter Qaf, thereby implying that it is the Surah which opens with the alphabetic letter Qaf.
There is no authentic tradition to show as to when exactly this Surah was sent down. A study of the subject matter, however, reveals that its period of revelation is the second stage of the Holy Prophet's life at Makkah, which lasted from the third year of the Prophethood till the fifth year. We have given the characteristics of this period in the Introduction to the Surah Al-An'am. In view of those characteristics it can be said that this Surah might have been sent down in about the 5th year, when the antagonism of the disbelievers had become quite intense but had not yet assumed tyrannical proportions.
Authentic traditions show that the Holy Prophet used to recite this Surah generally in the Prayer on the Eid days. A woman named Umm Hisham bin Harithah, who was a neighbor of the Holy Prophet, says that she was able to commit Surah Qaf to memory only because she often heard it from the Holy Prophet in the Friday sermons. According to some other traditions he often recited it in the Fajr Prayer. This makes it abundantly clear that this was an important Surah in the sight of the Holy Prophet. That is why he made sure that its contents reached as many people as possible over and over again.
This reason for this importance can be easily understood by a careful study of the Surah. The theme of the entire Surah is the Hereafter. When the Holy Prophet started preaching his message in Makkah what surprised the people most was the news that people would be resurrected after death, and they would have to render an account of their deeds. They said that that was impossible; human mind could not believe that that would happen. After all, how could it be possible that when the body had disintegrated into dust the scattered particles would be reassembled after hundreds of thousands of years to make up the same body once again and raised up as a living body, Allah in response sent down this discourse. In it, on the one hand, arguments have been given for the possibility and occurrence of the Hereafter in a brief way, in short sentences, and, on the other, the people have been warned, as if to say: "Whether you express wonder and surprise, or you regard it as something remote from reason, or deny it altogether, in any case it cannot change the truth. The absolute, un-alterable truth is that Allah knows the whereabouts of each and every particle of your body that has scattered away in the earth, and knows where and in what state it is. Allah's one signal is enough to make all the scattered particles gather together again and to make you rise up once again as you had been made in the first instance. Likewise, your this idea that you have been created and left free to yourselves in the world and that you have not been made answerable to anyone, is no more than a misunderstanding. The fact is that not only is Allah Himself directly aware of each act and word of yours, even of the ideas that pass in your mind, but His angels also are attached to each one of you, who are preserving the record of whatever you do and utter. When the time comes, you will come out of your graves at one call just as young shoots of vegetable sprout up from the earth on the first shower of the rain. Then this heedlessness which obstructs your vision will be removed and you will see with your own eyes all that you are denying today. At that time you will realize that you had not been created to be irresponsible in this world but accountable to all your deeds the meeting out of the rewards and punishments, the Hell and Heaven, which you regard as impossible and imaginary things, will at that time become visible realities for you in consequence of your enmity and opposition to the Truth you will be cast into the same Hell which you regard as remote from reason today and the ones who fear the Merciful God and return to the path of righteousness, will be admitted to the same Paradise at whose mention you now express wonder and surprise.
En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.
Qaf. ¡Por el glorioso Qur-án*!
Y se sorprenden de que les haya llegado un advertidor que es uno de ellos. Y dicen los que se niegan a creer: Es una cosa increíble.
¿Acaso cuando hayamos muerto y seamos tierra...? Ese retorno es muy remoto.
Sabemos lo que la tierra consumirá de ellos y junto a Nos hay un Libro protegido.
Sin embargo cuando la verdad ha venido a ellos la han negado y están en absoluta confusión.
¿Es que no ven sobre ellos el cielo, cómo lo hemos edificado y embellecido, sin que haya en él ninguna grieta?
¿Y la tierra cómo la hemos extendido y cómo hemos puesto en ella cordilleras y hemos hecho crecer toda clase de espléndidas especies?
Que son una evidencia y un recuerdo para todo siervo que sólo se mire en su Señor.
Y hacemos que del cielo caiga agua bendita con la que hacemos brotar jardines y las semillas que cosechan.
Y esbeltas palmeras de apretados brotes.
Como provisión para los siervos. Y con ella devolvemos la vida a una tierra muerta. Así será el resurgir.
Antes de ellos ya negaron la verdad la gente de Nuḥ, los Dueños del Pozo* y los Zamud.
Así como los ‘Ad, Fir’aún y los hermanos de Luṭ.
Y también los Dueños de la Espesura* y la gente de Tubba'*. Todos negaron a los Mensajeros y hubo de cumplirse Mi amenaza.
¿Acaso no fuimos capaces de crear la primera vez? Al contrario; sin embargo ellos hablan con asombro de una nueva creación.
Hemos creado al hombre y sabemos lo que su alma le susurra. Estamos más cerca de él que su propia vena yugular.
Cuando los ángeles que se ocupan de él escriben, sentados a su derecha y a su izquierda.
No hay palabra que diga que no tenga a su lado, presente, un vigilante.
Y vendrá la embriaguez de la muerte con la verdad. Éso es de lo que huíais.
Y se soplará en el cuerno. Ése es el día prometido.
Cada alma vendrá acompañada de uno que la conducirá y de un testigo.
Habías estado descuidado de esto y ahora te hemos quitado el velo de manera que tu vista, hoy, es aguda.
Y dirá su acompañante: Lo que me incumbe está dispuesto.
Que todo desagradecido rebelde sea arrojado a Ŷahannam;
ése que no se desprende de los bienes, transgrede y está en duda.
Y pone junto a Allah a otro dios. Arrójalo al castigo inmenso.
Dirá su acompañante: Señor nuestro no fui yo quien lo extravió, sino que él estaba en un profundo extravío. Dirá: No discutáis ante Mí, pues realmente
os advertí por anticipado.
Y la palabra que doy no cambia, ni soy injusto con los siervos.
El día en que Le digamos* a Ŷahannam: ¿Estás lleno? Y éste responda: ¿Hay más?
Y el Jardín sea acercado a los temerosos, nada lejos.
Esto es lo que se prometió a todo el que de vosotros se volviera (a Allah) y fuera cumplidor,
temiera al Misericordioso sin verlo* y se presentara con un corazón obediente.
¡Entrad en él a salvo! Este es el Día de la Eternidad.
Allí tendrán lo que quieran y más aún junto a Nos.
¿A cuántas generaciones anteriores a ellos hemos destruido? Tenían mayor poderío que ellos y recorrieron el país intentando huir. ¿Pero hay alguna escapatoria?
Realmente en esto hay un recuerdo para el que tenga corazón o escuche estando presente.
Y es cierto que creamos los cielos, la Tierra y lo que entre ambos hay, en seis días sin que Nos afectara fatiga alguna.
Así pues, ten paciencia con lo que dicen y glorifica a tu Señor con Su alabanza antes de que salga el sol y antes del ocaso.
Y glorifícalo parte de la noche y después de la postración.*
Y ten presente el día en que el anunciador llamará desde un lugar cercano.
El día en que oigan el grito con la verdad, así será el Día del Resurgir.
Nosotros somos Quienes damos la vida y Quienes damos la muerte y a Nosotros es el retorno.
El día en que la tierra se les abra, acudirán veloces. Será fácil para Nosotros reunirlos.
Nosotros sabemos mejor lo que dicen. Tú no tienes poder de coacción sobre ellos, así pues llama con el Corán al recuerdo, a quien tema Mi amenaza.