The Surah takes its name from the word al-Haaqqah with which it opens.
This too is one of the earliest surahs to be revealed at Makkah. Its subject matter shows that it was sent down at the time when opposition to the Holy Prophet (upon whom be peace) had started but had not yet become tyrannical. Musnad Ahmad contains a tradition from Hadrat Umar, saying: "Before embracing Islam one day I came out of my house with a view to causing trouble to the Holy Prophet, but he had entered the Masjid al-Haram before me. When I arrived I found that he was reciting surah Al-Haaqqah in the Prayer. I stood behind him and listened. As he recited the Qur'an I wondered at its literary charm and beauty. Then suddenly an idea came to my mind that he must be a poet as the Quraish alleged. Just at that moment he recited the words: "This is the Word of an honorable Messenger: it is not the word of a poet." I said to myself: Then, he must be a soothsayer, if not a poet. Thereupon be recited the words:"Nor is it the word of a soothsayer: little it is that you reflect. It is a Revelation from the Lord and Sustainer of the worlds. On hearing this Islam entered deep into my heart." This tradition of Hadrat Umar shows that this surah had been sent down long before his acceptance of Islam, for even after this event he did not believe for a long time, and he continued to be influenced in favor of Islam by different incidents from time to time, till at last in the house of his own sister he came by the experience that made him surrender and submit to the Faith completely. (For details, see introduction to surah Maryam and Introduction to surah Al-Waqiah).
The first section (vv. 1-37) is about the Hereafter and the second (vv. 38-52) about the Qur'an's being a revelation from Allah and the Holy Prophet's being a true Messenger of Allah.
The first section opens with the assertion that the coming of the Resurrection and the occurrence of the Hereafter is a truth which has to take place inevitably. Then in vv. 4-12, it has been stated that the communities that denied the Hereafter in the past became worthy of Allah's scourge ultimately. In vv. 13-17 the occurrence of Resurrection has been depicted. In vv. 18-37 the real object for which Allah has destined a second life for mankind after the present worldly life has been enunciated. In it we are told that on that Day all men shall appear in the Court of their Lord, where no secret of theirs shall remain hidden each man's record will be placed in his hand. Those who had spent lives in the world with the realization that one day they would have to render an account of their deeds before their Lord, and who had worked righteously in the world and provided beforehand for their well being in the Hereafter, will rejoice when they see that they have been acquitted and blessed with the eternal bliss of Paradise. On the contrary, those who neither recognized the rights of Allah, nor discharged the rights of men, will have no one to save them from the punishment of Allah, and they will be cast into Hell.
In the second section (vv. 38-52) the disbelievers of Makkah have been addressed and told: "You think this Qur'an is the word of a poet or soothsayer, whereas it is a Revelation sent dawn by Allah, which is being presented by the noble Messengers. The Messenger by himself had no power to increase or decrease a word in it. If he forges something of his own composition into it, We will cut off his neck-vein (or heart- vein). For this is the Truth absolute and pure: and those who give it a lie, will have ultimately to regret and repent.
En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.
La verdad indefectible.
¿Qué es la verdad indefectible?
¿Y cómo sabrás qué es la verdad indefectible?
Los Zamud y los ‘Ad negaron la veracidad de lo que ha de causar conmoción.
En cuanto a los Zamud, fueron destruidos por el Grito que todo lo traspasaba*.
Y los ‘Ad fueron destruidos por un viento gélido y tempestuoso.
Lo hizo soplar contra ellos siete noches y ocho días consecutivos durante los cuales veías a la gente caída como troncos huecos de palmera.
¿Y ves que haya quedado algo de ellos?
Y Fir’aún, los que hubo antes de él y las ciudades que fueron puestas del revés. Todos cometieron transgresiones.
Desobedecieron al Mensajero de su Señor y Él los agarró con un castigo cada vez mayor.
Así fue, como cuando el agua se desbordó, os llevamos en la embarcación.
Con el fin de hacer de ello un recuerdo para vosotros y para que todo oído consciente lo retuviera.
Y cuando se sople en el cuerno una vez.
Y la tierra y las montañas sean alzadas en el aire y pulverizadas de una vez.
Ese día tendrá lugar el Acontecimiento.
El cielo se rasgará y no tendrá ese día consistencia.
Los ángeles estarán en sus confines y ocho de ellos, llevarán ese día el Trono de tu Señor.
Ese día seréis puestos al descubierto y no quedará nada oculto de vosotros.
Al que se le dé su libro en la derecha, dirá: ¡Venid! ¡Leed mi libro!
Supe con certeza que habría de hallar mi cuenta.
Estará en una vida satisfactoria.
En un jardín elevado
cuyos frutos estarán próximos.
¡Comed y bebed alegremente por lo que adelantasteis en los días pasados!
Pero a quien se le dé su libro en la izquierda dirá: ¡Ay de mí! Ojalá no me hubieran dado mi libro
y no hubiera sabido cuál era mi cuenta.
¡Ay de mí, ojalá hubiera acabado del todo!
De nada me ha servido mi riqueza
y mi poder se ha desvanecido.
¡Prendedlo y encadenadlo!
Luego haced que entre en el Ŷaḥim
y apresadlo con una cadena de setenta codos.
Él no creía en Allah, el Inmenso.
Y no exhortaba a alimentar al pobre.
Hoy no tendrá aquí quien lo proteja,
ni comida que no sea pus,
la cual sólo comerán los que transgredieron.
Y juro por lo que veis
y por lo que no veis
que es de verdad la palabra de un noble mensajero*
y no la palabra de un poeta. ¡Qué poco creéis!
Ni es la palabra de un adivino. ¡Qué poco recapacitáis!
Es una Revelación descendida desde el Señor de los mundos.
Si él lo hubiera inventado y Nos hubiera atribuido parte de lo que dice
lo habríamos agarrado con la derecha*.
Y le habríamos cortado la yugular.
Y ninguno de vosotros lo habría podido impedir.
Es un recuerdo para los que se guardan.
Sabemos que ciertamente entre vosotros hay quienes niegan la verdad.
Y es cierto que él* es un motivo de pesar para los incrédulos,
pero es la pura verdad.
Así pues glorifica el nombre de tu Señor, el Inmenso.